Quizás necesite un coach

La última vez que cambié de país, terminé ubicándome un poco lejos de lo que creía que soñaba para mí y teniendo que pensar en cómo me disculparía con aquella Juliete rabiosa que se cortaba el pelo con una cuchilla de afeitar. Sí, porque ella quería escribir para la Rolling Stone, no pasar el día en Facebook Business (era 2016) tratando de convencer a la gente de que los electrodomésticos de la famosa marca del cliente de la agencia eran los mejores del mundo. Luego, empecé a pensar que ella probablemente me perdonaría si le dijera que estaba haciendo eso en Buenos Aires. Y hoy creo que incluso sentiría un poco de orgullo de estar acercándose a los mid-30s sin haber tenido que renunciar a todo, incluso aún siendo pagada por hacer lo que más le gustaba – que no era precisamente usar una Gillette para cortarse un mullet. Porque al fin y al cabo, lo que realmente le gustaba era escribir, no hacer preguntas a gente molesta.

Sin embargo, un océano de distancia más tarde, acá estoy pensando si debería recalcular todo otra vez. Y dándome cuenta de que era más fácil hacer esto a los 25. No es que realmente me importe, pero todo el mundo considera un poco más normal empezar cosas a esa edad.

Mi vida de freelancer temporal, cuando no me está haciendo almorzar con una mano en el tenedor y la otra en el teclado, a veces me da mucho tiempo para divagar sobre la posibilidad de que esté completamente acabada profesionalmente. Y que para triunfar (o al menos no morirme de hambre) en Barcelona necesito cosas que aún no sé exactamente qué son. Un día pienso que es un máster en Marketing Analytics, aunque eso implique quizás dejar de escribir. Pero entonces me doy cuenta de que probablemente tendría que vender mis óvulos para pagarlo, y no sé si sirven porque, primero, tengo un hipotiroidismo completamente desregulado en este momento, y segundo, ya pasé de los 30 hace algún tiempo. Entonces pienso que si pude convertirme en copywriter en español, no sería imposible también convertirme en copywriter en inglés. Y luego veo que no existe ninguna especialización en copywriting en inglés como segundo idioma.

Al otro día, sin embargo, tengo 100% de certeza de que la fluidez en catalán es lo que podría abrirme más puertas. Y que quizás el francés también ayude, ya que, por la cercanía, existe alguna demanda.

Finalmente, me doy cuenta de que estoy al borde de un colapso cuando cruza rápidamente por mi cabeza la idea de aprender a escribir en portugués de Portugal, que está mucho más valorado acá. ¿Quién en su sano juicio podría considerar semejante disparate? Y pensar que hace poco más de un mes estaba considerando dejar la terapia.

Que el dios de los coaches me ayude.


Nenhum comentário:

Postar um comentário