Deudas pagadas

En mayo de 2020, cuando estábamos en el primer “pico de la pandemia”, cuando todo era todavía un poco nuevo, cuando todo era tristeza & dolor, escribí acá respecto a cosas que no había hecho en todos estos años viviendo en Buenos Aires. Cosas que para mí eran y siguen siendo inadmisibles que aún no haya hecho. Y la razón por la que vuelvo a este tema hoy es que: logré cumplir con dos de estas deudas este año. Y eran las que más deseaba: conocer otra ciudad argentina e ir al teatro Colón.

Como actualmente en Argentina hacer cualquier viaje internacional es cosa de millonarios (millonarios en dólares, obviamente) y el covid sigue haciendo que todo sea incierto (y carísimo), se están fomentando los viajes dentro del país. Dependiendo del destino, es realmente barato. Así que decidimos aprovechar la oportunidad para mi primer gran viaje dentro del país. Sí, porque no estamos considerando las ciudades del conurbano bonaerense, que esas sí conozco algunas.

Pues bien. Había varios lugares que quería visitar, especialmente la Patagonia, el norte (Salta y Jujuy) y Mendoza. Como era más caro viajar al sur y Javi no quería ir al norte porque ya conocía y no le había parecido la gran cosa, el destino elegido fue Mendoza. Y la verdad es que no podíamos haberlo decidido mejor.

Desconsiderando el tema a que todos rompen las pelotas cuando alguien dice que va a Mendoza (“¿qué bodegas vas a visitar?”), la ciudad, y sobre todo los alrededores, son realmente impresionantes. Si hubiese ido con el propósito de visitar bodegas me habría pegado un tiro en la frente a la primera oportunidad, ya que fue la parte más aburrida del viaje.

Realmente lo que poca gente busca cuando va a Mendoza es subir la montaña, no sé por qué. Me imagino que piensan que el mejor lugar para hacerlo es el sur, y luego malgastan su dinero pasando días enteros mirando racimos de uvas, comiendo queso en picnics románticos en medio a los racimos de uvas, tomando clases de uvas, y - bueno, esa parte está copada - degustando vinos. Ese no era nuestro objetivo. Por supuesto que queríamos tomar vino, siempre queremos tomar vino, pero también queríamos ver montañas, rocas, ríos, lagos, nieve, desierto, grandes altitudes, agua caliente corriendo, cóndores volando, cactus, álamos amarillos, en fin, paisajes hermosos. Un poco de naturaleza, algo que no solemos ver en nuestra rutina ni en nuestros viajes.

Compramos excursiones a la precordillera y cordillera (y un aburrido recorrido por las bodegas) unas semanas antes del viaje, reservamos dos medios días para conocer la ciudad de Mendoza, y la verdad es que estuvo mejor de lo que esperábamos. Y vi nieve por primera vez. Mucha nieve. Corrí en la nieve, hundí mis Converse en la nieve, me tiraron bolas de nieve, tiré bolas de nieve, hice un mini muñeco de nieve y vi muñecos de nieve contundentes hechos por personas con más paciencia que yo. Y casi lloré de la emoción un par de veces en el mismo día.

¿Será un sueño?

La segunda deuda pagada, como dije arriba, fue ir al Teatro Colón. Unos días antes de que la pandemia se convirtiera en algo real, ya había estado mirando los horarios y los precios de las entradas y estábamos decidiendo cuándo ir, qué ver y dónde sentarnos, por lo que el anuncio del cierre temporal del teatro fue muy frustrante.

Pasados más de dos años, al poco tiempo de regresar de Mendoza, reactivamos el plan. Decidimos qué ver, dónde sentarnos y cuándo ir, y compramos las entradas con mes y medio de antelación (totalmente innecesario). Vimos a la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires y fue increíble. Que lugar hermoso. Qué seres humanos infinitamente superiores son los músicos. Posta.

¿Y esto?

En cuanto a las otras tres cosas que tengo pendientes, no sé si podré completar todas a fin de año, principalmente porque ya pasaron las dos fechas patrias, que es cuando se suele comer locro, y no comi. Y al parecer soy la única persona que conozco que quiere ir al hipódromo de Palermo. Pero ver una obra en uno de los teatros de la Avenida Corrientes es algo bastante factible para los próximos meses. To be continued.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario