¿Pero cuántas residencias querés tener? Me preguntó en tono jocoso mi compañero de trabajo luego de que le comentara en una call que tendría que volver a Argentina cada dos años para no perder mi residencia.
No supe que responderle más que reír, porque, bueno, cuántas residencias podrá querer una persona, ¿no? Con una ya debería alcanzar, pero creo que mi plan era tener más residencias que pantalones de jean.
La verdad es que desde que llegué a Barcelona no estoy muy segura si soy de muchos lugares o de ninguno. Para empezar, nadie sabe bien en qué idioma hablarme. En la puerta del museo, en el restaurante, en la comisaria dónde registré mi residencia española. Generalmente, hay dos reacciones standard: la primera es mirarme con la más profunda cara de confusión hasta que yo arranque el diálogo, y la segunda es empezar a hablarme directamente en inglés, por las dudas.
En la entrada del Castillo de Montjuïc, la chica que controla los tickets me quiso hablar en inglés, incluso luego de haber escuchado mi “hola”. Me preguntó si había comprado la audioguía, lo cual le respondí que no, con el acento hispánico que me corresponde. Pero la perra seguía y seguía, hasta que le respondí algo más largo en español y finalmente se percató. “¡Ah, hablas español!”, dijo sorprendida.
También preguntan si soy argentina, por qué hablo cómo una argentina si nací en Brasil, y por qué nací en Brasil, hablo como una argentina, tengo nacionalidad luxemburguesa y vivo España. ¿Y si nos sentamos y pedimos una birra?, tengo ganas de responder.
¡Qué lindo Luxemburgo!, también me dicen al tomar el pasaporte rojo púrpura de mi mano para realizar algún trámite. Y yo sin saber cómo explicar que no he pisado jamás en el país de mi tatara tatarabuelo, pero que en breve solucionaré esa cuestión. No, señor, no hablo francés tampoco. Pas encore.
Más allá de eso, todo transcurre con normalidad. O con la normalidad que se espera en este contexto. Nadie intentó hablarme en Catalán y con los españoles nos entendemos perfectamente. Con eso es suficiente.
Nenhum comentário:
Postar um comentário