Anitta y los viejos barrigones

Aunque casi nadie hable de Anitta en mi burbuja de Twitter, hace un tiempo empezó a llamar mi atención el comportamiento de ciertos periodistas - desempleados tras el triste final del periodismo musical en Brasil en la década anterior. Ellos simplemente niegan que Anitta tenga una carrera internacional. Sostienen que todo es una gran mentira, que nadie sabe quién es Anitta en otros países y que solo alcanzó el número 1 en Spotify por maniobras del fandom. Es cierto, el fandom hizo tramoyas. Todos los fandoms de todos los artistas pop del universo hacen este tipo de cosas. Son adolescentes y esa es básicamente la única ocupación que tienen en la vida además de sacar malas notas en química. Pero siguen las reglas de Spotify y obtienen lo que quieren. Entonces, si todos los fandoms hacen eso, Anitta tiene sus méritos por estar allí, ¿no? E incluso si no fuera así, una cosa no excluye la otra.

Hay un caballero en particular al que le encanta ser polémico - y que se hizo famoso siendo insultado por los fans de los músicos a los que destroza - que durante un tiempo estuvo completamente obsesionado con negar la carrera internacional de Anitta. Él publicaba flyers de giras de bandas brasileñas de metal que tenían 23 fechas en bares del interior de Estados Unidos y decía que eso sí se trataba de una gira internacional.

Anitta fue a Jimmy Fallon, a James Corden, a Andy Cohen, y eso es solo por mencionar la televisión estadounidense. Estuvo en la portada de múltiples revistas, desde Allure hasta Billboard. Grabó con Madonna, Snoop Dog, Major Lazer, Cardi B, Sean Paul, Maluma, hizo recitales en varios países e incluso fue invitada a la Met Gala. Pero nada de eso fue suficiente para demostrar que alguien conoce a Anitta fuera de Brasil.

Sé que Argentina no es gran cosa en esta historia de éxito internacional, y Anitta nunca le prestó mucha atención al país, ni siquiera sé si tocó acá o si dio alguna entrevista a los medios locales. Aun así, basta con entrar en cualquier farmacia, quiosco, papelería, supermercado, verdulería para escuchar alguna de sus canciones. Pero nadie me creería, probablemente dirían que el fandom me pagó para decir mentiras.

A cada declaración de que Anitta no tenía una carrera internacional, el mencionado periodista era respaldado por sus colegas igualmente viejos y barrigones que no soportan la idea de que una brasileña que hace música que no les gusta haya llegado a donde llegó. ¿Vieron que dije era respaldado, en el pasado? Sí, porque la vergüenza es buena y a todos nos gusta, gracias a dios hasta a ellos.

Desde que Anitta hizo una megalómana gira europea en los festivales más importantes del continente - luego del poco discreto show en el Coachella - reinó el silencio. Justo a tiempo para el evento más grande de todos: los VMA al mejor video latino. Eso es porque lo único que quedaría por decir es que ella pagó para estar ahí, como si Ariana Grande, Demi Lovato o cualquier cantante pop de las que escuchás nombrar todos los días pero no conocés ni una sola canción, nunca hicieron lo mismo.


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